Las dos nevadas que se han producido durante el mes de noviembre, que son las únicas hasta ahora de la temporada invernal, han llegado con vientos de norte. Por lo que, como es lógico, a día de hoy la innivación en la vertiente norte es claramente superior a la vertiente sur. La última nevada importante se produjo durante el episodio de noroeste de los días 24-26 noviembre. La nevada fue potente en ambos lados de la cordillera, acumulándose en muchas zonas del Pirineo francés y en la divisoria del Pirineo más occidental, más de 150 mm en apenas 48 horas. Nevada perfecta en cotas medias-altas, ya que, al ser una nevada húmeda y pesada ha evitado que los fuertes vientos de componente norte dejarán collados y cumbres arrasados. El problema de este episodio fue la cota de nieve, que osciló entre los 1600/1900 m, dejando las cotas bajas sin apenas nieve.
Paso a describir a continuación con más detalle lo que dio de sí el episodio del 24-26 noviembre. Situación de noroeste muy húmeda y suave que ha dejado más de 1 metro de nieve nueva por encima de 2400 m en el Pirineo más occidental.
El martes 24, un frente cálido dejó precipitaciones moderadas durante la tarde-noche. Temperaturas más bien suaves, oscilando entre los -6/3ºC a 1500 m, registrándose las máximas al final del día, con la llegada de la masa de aire cálido y húmedo desde el Atlántico. Cota de nieve de 1600/1700 m, acumulándose 5-10 cm de nieve nueva por encima de los 2000 m.
El miércoles, día 25, las precipitaciones fueron fuertes y persistentes en la vertiente norte y en la divisoria, perdiendo rápidamente intensidad conforme nos alejábamos de esta, existiendo un considerable gradiente pluviométrico en escasos kilómetros. Acumulados superiores a los 120 mm en gran parte del Pirineo francés occidental, algo más de 100 mm en la divisoria, y cercanos a los 50-70 mm en la vertiente sur, siendo las precipitaciones más abundantes cuanto más al oeste y al norte nos desplazábamos. Cota de nieve variando entre los 1600/1900 m. Nevada pesada y húmeda hasta los 2500 m, por lo que la productividad de la nevada fue baja. Se acumularon 40/70 cm a 2200 m de altitud y casi 1 metro de nieve por encima de 2500 m. El gradiente térmico fue también escaso, oscilando las temperaturas entre los 1/4ºC a 1500 m.
Espectacular nevada de noroeste en cotas medias-altas del Pirineo occidental. Flujo muy húmedo de noroeste chocando directamente contra los Pirineos. Situación sinóptica del 25 de noviembre.
El jueves, día 26, continuaron las precipitaciones hasta el atardecer, siendo de nuevo fuertes en el lado francés, con más de 60 mm acumulados, bajando los registros hasta los 15/30 mm en la vertiente sur. Cota de nieve de 1900 m a primeras horas del día bajando hasta los 1500 m al final. Temperaturas entre los 0/4ºC a 1500 m. Se acumularon 20/40 cm a 2200 m de altitud, y más de 50 cm a partir de 2500 m.
El episodio dejó acumulados muy importantes en las cotas más altas del Pirineo occidental, mientras que por debajo de los 1800 m, en donde alternó la lluvia y la nieve, el espesor se redujo ligeramente por compactación de la nieve. El Episodio por lo tanto redujo claramente los espesores de nieve por debajo de los 1700 m, acumulándose 60/90 cm a 2200 m de altitud, y más de 1 metro a partir de 2500 m.
Desde entonces, y con la excepción de una ligera nevada de 5-10 cm producida el domingo día 29, las altas presiones han dominado la situación, provocando fuertes inversiones térmicas, con mínimas positivas incluso por encima de 2500 m, y máximas prácticamente primaverales, con valores cercanos a los 7/11ºC a 1500 m. Esta suavidad térmica, unido a la ausencia de vientos, y a la escasa insolación de esta época del año, ha permitido que durante las horas nocturnas se hayan producido buenos rehielos nocturnos, creando una buena base de nieve dura-helada desde los 1700/1800 m. La compactación del manto nivoso ha provocado una pérdida de 1-3 cm diarios, siendo incluso mayor la pérdida en caras surestes.
Máximas primaverales el pasado 2 de diciembre. Las máximas llegaron hasta los 10/12ºC a 1500 m...
Así, a día de hoy, los espesores de nieve en el Pirineo occidental son claramente deficitarios por debajo de los 1800 m, existiendo un fuerte gradiente altitudinal, con un claro superávit de nieve para la época del año por encima de los 2200 m de altitud. En la vertiente norte los primeros rastros de nieve se pueden encontrar desde los 1300 m de altitud, siendo el manto continuo desde los 1600 m, en donde apenas hay 10-20 cm de nieve. El espesor crece rápidamente con altitud, con más de 50 cm de nieve a 2000 m, y más de 90 cm de nieve a partir de 2400 m. En la vertiente sur los espesores son aún peores, siendo mediocres lejos ya de la divisoria. Los primeros restos de nieve aparecen a 1500 m de altitud, siendo el manto continuo desde los 1800 m, donde hay 10-15 cm de nieve, cerca de 40 cm a 2000 m, y más de 60 por encima de los 2500 m.
Durante esta semana seguirá la situación de altas presiones, con un ligero descenso de las temperaturas, mejorando de esta forma el rehielo nocturno. Las mínimas oscilarán entre los 0/3ºC a 1500 m, y las máximas entre los 4/8ºC. El manto seguirá muy estable, con un riesgo de aludes muy limitado. El riesgo de accidente puede llegar por caídas, son días de crampones y piolet. De momento no se atisba un cambio de patrón meteorológico a corto/medio plazo. Habrá que esperar, al menos, a la semana que viene.
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