sábado, 26 de diciembre de 2015

Invierno que no llega...

Hoy se cumple un mes de la última nevada importante en el Pirineo occidental. Desde entonces, las altas presiones han dominado la situación en gran parte del centro-sur de Europa, circulando los frentes y borrascas en latitudes más septentrionales, con un patrón meteorológico más propio de finales de octubre/principios de noviembre. Durante el mes de diciembre el tiempo seco y extremadamente cálido han provocado una importante disminución de los espesores, produciéndose un auténtico exterminio en caras sur pese a la escasa insolación de este mes. En muchos puntos del Pirineo no ha caído ni una sola gota/copo en todo el mes. Diciembre del 2015 pasará a la historia en los Pirineos como un mes extremadamente cálido y muy seco. La llegada de algunos frentes Atlánticos débiles los próximos días evitarán que muchos puntos del Pirineo acaben con 0 mm el mes (aunque no se espera gran cosa de dichos frentes).

Algunos datos de diciembre dejan claro lo aberrante y desastroso que a sido el mes (aún quedan 5 días para que termine el mes, pero poco van a cambiar las medias...). La temperatura media a 850 hpa  va superar con creces los 7ºC, mientras que a 700 hpa apenas va bajar de los 0ºC, quedándose cerca de los -0,5ºC. Para aquel que no controle mucho de meteorología debo aclarar que la temperatura a 850 hpa equivale a unos 1500/1600 m de altitud mientras que los 700 hpa a unos 3000-3100 m. La temperatura a 850 hpa no ha bajado de forma clara de los 0ºC en todo el mes, con más de 5 días con valores superiores a los 10ºC. Estos datos dejan muy claro que diciembre ha sido un mes totalmente primaveral, sin ninguna jornada digna del invierno en media/alta montaña. Cualquier parecido con el invierno ha sido pura coincidencia, o siendo estrictos, tan sólo se ha llegado a notar el invierno en los valles más profundos y cerrados, gracias a las fuertes inversiones térmicas y a la oblicuidad de los rayos del sol en el mes con menor insolación del año.

No ha ocurrido nada interesante en todo el mes. Los días han sido calcados, el más absoluto tedio meteorológico, la mayor pesadilla para cualquier aficionado a la meteorología y a la nieve. Fuertes inversiones térmicas, tiempo seco y soleado y temperaturas máximas primaverales resumen diciembre.

Muestro a continuación algunos mapas, para dejar claro lo coñazo que han sido estas últimas semanas...

Situación sinóptica este pasado 7 de diciembre:


Temperatura a 850 hpa...superior a los 7ºC...


Máximas de 6/10ºC a 1500 m de altitud con mínimas que apenas bajaron hasta los 0/3ºC.

Entre el 15 y el 19 de diciembre las temperaturas fueron elevadísimas. El anticiclón inyectó una masa de aire cálida procedente del interior de África, con temperaturas máximas primaverales. En enclaves fríos como Somport o Portalet se superaron los 11ºC y las mínimas no bajaron de los 5ºC.

Temperatura a 850 hpa de 13ºC en el Pirineo occidental un 19 de diciembre...y de 15ºC frente a las cotas del Cantábrico, donde las máximas llegaron a los 23-25ºC...casi ni en verano...


Los espesores se han reducido en todas las orientaciones y altitudes, siendo la reducción drástica en caras sur por debajo de los 2500 m. La innivación en el Pirineo occidental es claramente deficitaria, mostrando las caras sur un aspecto más propio de principios de noviembre que de finales de diciembre. En la vertiente norte, los primeros restos de nieve aparecen desde los 1400 m de altitud, presentando el manto cierta continuidad en caras norteñas desde los 1700/1800 m, en donde el espesor apenas alcanza los 15-20 cm en los mejores casos. Hay que alcanzar los 2300 m para encontrar espesores superiores a los 50 cm. En las caras sur, hay que alcanzar los 2000-2200 m para encontrar un manto de nieve continuo. En la vertiente sur la situación es desastrosa, mostrando las cara sur un aspecto penoso, presentando la cara sur de Monte Perdido un aspecto más propio de un mes de septiembre. Los primeros restos de nieve al sur de la divisoria aparecen a partir de los 1700 m, siendo el manto continuo desde los 1900 m en caras norteñas, teniendo que superar los 2200 m para encontrar espesores superiores a los 30 cm. En las caras sur, hay que alcanzar prácticamente los 2400 m para ver cierta continuidad en el manto, siendo los espesores muy pobres.

A corto plazo no se esperan nevadas de importancia. A medio plazo algunos modelos intuyen un posible aislamiento de una burbuja cálida en la zona de Escandinavia, produciéndose una importante irrupción de aire frío en la parte oriental de Europa. Las altas presiones se adueñarían de la situación en el noreste de Europa, obligando a los frentes Atlánticos a cruzar la península Ibérica. Incluso es posible que se de un choque de masas cerca de la península Ibérica. Una húmeda y templada procedente del Atlántico, y otra muy fría y seca que se acercaría por el este, dando lugar a una fuerte inestabilidad en nuestro entorno, trayendo consigo las ansiadas nevadas. Pero aún queda mucho para este escenario, y todavía no es seguro que se produzca, pero existen ciertas posibilidades.

Mañana día 27, se esperan algunos intervalos de nubes medias/altas. Temperaturas de nuevo primaverales, con máximas oscilando entre los 7/11ºC a 1500 m de altitud y mínimas de 4/6ºC. Viento moderado de componente sur con rachas fuertes en la vertiente norte. El rehielo nocturno será precario en caras sur, transformando rápidamente la nieve. Iso 0ºC a 3100 m.

El lunes, día 28, amanecerá con algunos intervalos nubosos, siendo estos más abundantes al final del día, cuando se producirán ya algunas precipitaciones débiles. Máximas de nuevo muy suaves, entre 7/10ºC a 1500 m y mínimas de 3/5ºC. Vientos moderados/fuertes de componente sur, rompiendo en muchos valles la inversión térmica. Cota de nieve de 2100/2200 m a la llegada del frente, acumulándose poco más de 2-4 cm a partir de 2400 m. Iso 0ºC a 3200 m bajando al final hasta los 2400 m.

El martes se producirán algunas precipitaciones débiles durante la madrugada y primeras horas de la mañana, con una cota de nieve que rondará los 1600/1700 m, acumulándose 3-6 cm de nieve nueva. Temperaturas oscilando entre los 0/4ºC a 1500 m. Iso 0ºC a 1800 m subiendo rápidamente hasta los 2700 m.

Habrá que esperar a que el año nuevo traiga cambios interesantes...  

martes, 8 de diciembre de 2015

Innivación actual en el Pirineo occidental...sigue el anticiclón...

Las dos nevadas que se han producido durante el mes de noviembre, que son las únicas hasta ahora de la temporada invernal, han llegado con vientos de norte. Por lo que, como es lógico, a día de hoy la innivación en la vertiente norte es claramente superior a la vertiente sur. La última nevada importante se produjo durante el episodio de noroeste de los días 24-26 noviembre. La nevada fue potente en ambos lados de la cordillera, acumulándose en muchas zonas del Pirineo francés y en la divisoria del Pirineo más occidental, más de 150 mm en apenas 48 horas. Nevada perfecta en cotas medias-altas, ya que, al ser una nevada húmeda y pesada ha evitado que los fuertes vientos de componente norte dejarán collados y cumbres arrasados. El problema de este episodio fue la cota de nieve, que osciló entre los 1600/1900 m, dejando las cotas bajas sin apenas nieve.

Paso a describir a continuación con más detalle lo que dio de sí el episodio del 24-26 noviembre. Situación de noroeste muy húmeda y suave que ha dejado más de 1 metro de nieve nueva por encima de 2400 m en el Pirineo más occidental.

El martes 24, un frente cálido dejó precipitaciones moderadas durante la tarde-noche. Temperaturas más bien suaves, oscilando entre los -6/3ºC a 1500 m, registrándose las máximas al final del día, con la llegada de la masa de aire cálido y húmedo desde el Atlántico. Cota de nieve de 1600/1700 m, acumulándose 5-10 cm de nieve nueva por encima de los 2000 m.

El miércoles, día 25,  las precipitaciones fueron fuertes y persistentes en la vertiente norte y en la divisoria, perdiendo rápidamente intensidad conforme nos alejábamos de esta, existiendo un considerable gradiente pluviométrico en escasos kilómetros. Acumulados superiores a los 120 mm en gran parte del Pirineo francés occidental, algo más de 100 mm en la divisoria,  y cercanos a los 50-70 mm en la vertiente sur, siendo las precipitaciones más abundantes cuanto más al oeste y al norte nos desplazábamos. Cota de nieve variando entre los 1600/1900 m. Nevada pesada y húmeda hasta los 2500 m, por lo que la productividad de la nevada fue baja. Se acumularon 40/70 cm a 2200 m de altitud y casi 1 metro de nieve por encima de 2500 m. El gradiente térmico fue también escaso, oscilando las temperaturas entre los 1/4ºC a 1500 m.

Espectacular nevada de noroeste en cotas medias-altas del Pirineo occidental. Flujo muy húmedo de noroeste chocando directamente contra los Pirineos. Situación sinóptica del 25 de noviembre.



El jueves, día 26, continuaron las precipitaciones hasta el atardecer, siendo de nuevo fuertes en el lado francés, con más de 60 mm acumulados, bajando los registros hasta los 15/30 mm en la vertiente sur. Cota de nieve de 1900 m a primeras horas del día bajando hasta los 1500 m al final. Temperaturas entre los 0/4ºC a 1500 m. Se acumularon 20/40 cm a 2200 m de altitud, y más de 50 cm a partir de 2500 m.

El episodio dejó acumulados muy importantes en las cotas más altas del Pirineo occidental, mientras que por debajo de los 1800 m, en donde alternó la lluvia y la nieve, el espesor se redujo ligeramente por compactación de la nieve. El Episodio por lo tanto redujo claramente los espesores de nieve por debajo de los 1700 m, acumulándose 60/90 cm a 2200 m de altitud, y más de 1 metro a partir de 2500 m.

Desde entonces, y con la excepción de una ligera nevada de 5-10 cm producida el domingo día 29, las altas presiones han dominado la situación, provocando fuertes inversiones térmicas, con mínimas positivas incluso por encima de 2500 m, y máximas prácticamente primaverales, con valores cercanos a los 7/11ºC a 1500 m. Esta suavidad térmica, unido a la ausencia de vientos, y a la escasa insolación de esta época del año, ha permitido que durante las horas nocturnas se hayan producido buenos rehielos nocturnos, creando una buena base de nieve dura-helada desde los 1700/1800 m. La compactación del manto nivoso ha provocado una pérdida de 1-3 cm diarios, siendo incluso mayor la pérdida en caras surestes.

 Máximas primaverales el pasado 2 de diciembre. Las máximas llegaron hasta los 10/12ºC a 1500 m...



Así, a día de hoy, los espesores de nieve en el Pirineo occidental son claramente deficitarios por debajo de los 1800 m, existiendo un fuerte gradiente altitudinal, con un claro superávit de nieve para la época del año por encima de los 2200 m de altitud. En la vertiente norte los primeros rastros de nieve se pueden encontrar desde los 1300 m de altitud, siendo el manto continuo desde los 1600 m, en donde apenas hay 10-20 cm de nieve. El espesor crece rápidamente con altitud, con más de 50 cm de nieve a 2000 m, y más de 90 cm de nieve a partir de 2400 m. En la vertiente sur los espesores son aún peores, siendo mediocres lejos ya de la divisoria. Los primeros restos de nieve aparecen a 1500 m de altitud, siendo el manto continuo desde los 1800 m, donde hay 10-15 cm de nieve, cerca de 40 cm a 2000 m, y más de 60 por encima de los 2500 m.

Durante esta semana seguirá la situación de altas presiones, con un ligero descenso de las temperaturas, mejorando de esta forma el rehielo nocturno. Las mínimas oscilarán entre los 0/3ºC a 1500 m, y las máximas entre los 4/8ºC. El manto seguirá muy estable, con un riesgo de aludes muy limitado. El riesgo de accidente puede llegar por caídas, son días de crampones y piolet. De momento no se atisba un cambio de patrón meteorológico a corto/medio plazo. Habrá que esperar, al menos, a la semana que viene.