La nevada histórica que se produjo hace ya algo de más de un año en muchos puntos del centro y este del país trajo a la fama el ancestral, y por otra parte, absurdo método de predicción de las cabañuelas. Un chaval de apenas 14 años fue elevado a la categoría de hombre del tiempo o gran profeta de la meteorología por supuestamente haber acertado con varios meses de antelación la llegada de una fuerte nevada en enero.
Un año después, este joven aficionado a la meteorología ha pasado por numerosas televisiones, periódicos, emisoras de radio, enseñando su "mágico" método. Se ha hecho popular a nivel nacional gracias a los medios de desinformación, y ojo, son estos mismos medios los que han defendido a ultranza los beneficios de la vacunación para luchar contra la pandemia erigiéndose como grandes defensores de la ciencia. Ver para creer. Parece ser que la meteorología no es una ciencia digna para estos medios, y han encumbrado a la categoría de "meteorólogo" y han hecho famoso a un menor cuyo método estrella no tiene ninguna base científica, y está más que demostrado que su fiabilidad es bajísima, y los aciertos son pura casualidad y muchas veces son debido a que las predicciones son muy vagas y superficiales (casualidad y causalidad no son equivalentes). Como ejemplo, el niño profeta de Burgos predijo, según su ancestral y ridículo método, que el "invierno iba a ser duro, la primera lluviosa, y el verano inestable". De momento y por ahora, el invierno no está siendo ni mucho menos duro, y que en la Península Ibérica la primavera vaya a ser lluviosa no es una predicción digamos de gran riesgo (puestos a hacer de Nostradamus, presiento que el verano va ser caluroso y tormentoso).
Pues bien, ni el 24 de enero ni probablemente en todo lo que queda de mes se va producir ninguna nevada de interés en ningún lugar de la Península Ibérica. El bloqueo anticiclónico va perdurar durante varios días más, algo que por otra parte no resulta excepcional para un mes de enero. Como se suele decir, no hay mal que por bien no venga, y el fallo, por otra parte nada sorprendente, de una gran nevada cerca del día 24 hará que los medios dejen de dar la brasa con las cabañuelas. Como suele pasar en todas las materias, la ciencia ganará a la superstición y a las tradiciones absurdas, y las cabañuelas, témporas y otros métodos volverán a la categoría del "horóscopo del tiempo", de donde nunca debieron haber salido.
Ojala los medios dieron más bombo a los jóvenes aficionados a la meteorología/climatología que existen en las redes sociales o foros de internet, que haberlos los hay, y muchos, y hacen un esfuerzo por entender conceptos como un índice NAO, AO, el significado de tener un vórtice polar compacto o son capaces de comprender la mayoría de herramientas que existen en webs como Meteociel, o que debe pasar en Terranova para tener un bloqueo anticiclónico en el Atlántico norte duradero.
La predicción para el Pirineo occidental, queda así para los próximos días, la cual ha sido realizada utilizando modelos meteorológicos:
Mañana viernes, durante la madrugada, nevará de forma débil al norte de la divisoria y en zonas próximas a esta. La nevada cesará antes del amanecer, con nubosidad variable el resto del día, abriéndose grandes claros durante la tarde. Cielo despejado de principio a fin en vertiente sur. Cota de nieve a tan sólo 500 m. Viento moderado de componente norte. Temperaturas frías, de puro invierno, oscilando entre -5/-2ºC a 1500 m, -7/-4ºC a 2200 m y -10/-6ºC a 3000 m. Iso 0ºC a 800 m.
Anomalía térmica a 850 hpa prevista para mañana viernes, jornada realmente fría:
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